A proposito de « La cuestion feminina de Freud a Lacan. La mujer contra la madre » de Markos Zafiropoulos – Amelia Haydée IMBRIANO

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A proposito de « La cuestion feminina de Freud a Lacan. La mujer contra la madre » de Markos Zafiropoulos – Amelia Haydée IMBRIANO

BIBLIOTHÈQUE


« Porque es necesario aprender ambas cosas a la vez, lo verdadero y lo falso de la entidad entera, a costa de mucho trabajo y mucho tiempo […] cuando después de muchos esfuerzos se han cotejado unos con otros cada uno de ellos: nombres, definiciones, […] cuando se han sometido a discusiones benévolas […] entonces de repente el discernimiento (phrónesis) y el intelecto (noûs), echan luz sobre cada objeto con toda la intensidad que les es posible a la capacidad humana ».

Platón, Carta VII a, 344b

 

« Lo que el psicoanálisis nos enseña, cómo enseñarlo ?…

¿ Qué es ese algo que el análisis nos enseña que le es propio, o lo más propio, propio verdaderamente, verdaderamente lo más, lo más verdaderamente ? »

Jacques Lacan, El psicoanálisis y su enseñanza, Escritos

 


Delinear unas palabras preliminares a esta obra implica presentar a su autor en algunos rasgos que en nuestra consideración lo representan : estudioso, investigador con coraje, hombre de deseo decidido.

Este libro no surge al azar, sino que resulta producto de una serie de estudios de la obra de Freud y Lacan, atravesados desde múltiples perspectivas de las ciencias sociales, principalmente, la Antropología.  Su diseño es parte de una detallada lectura, en donde predominan finas auscultaciones, que se valoran en el tejido de sus hilaciones. Obviamente, algo de valor. Pero su valía superlativa, reside en ser producto de una aguda lectura crítica, pues allí se encuentra el deseo que habilita a Markos Zafiropoulos al coraje de volver a la pregunta por el enigma de lo femenino.

 

Decir que nuestro investigador avanza a sabiendas de que Freud no pudo responder el interrogante sobre lo femenino luego de treinta años de trabajo, es poco. Él es transeúnte de álgidos cuestionamientos a las teorizaciones freudianas, demostrando sus impases y poniéndolos en trabajo, para promediar con una hipótesis que fundamentará : « la mujer contra la madre ».

 

La teoría psicoanalítica debe su valor a los conceptos fundamentales que Sigmund Freud forjó en el progreso de su experiencia investigativa. Teniendo presente la definición de 1922, se trata de « un procedimiento de indagación de procesos anímicos difícilmente accesibles por otras vías, de un método de tratamiento de perturbaciones neuróticas, fundado en esa indagación, y de una serie de intelecciones psicológicas, ganadas por ese camino, que poco a poco se han ido coligando en una nueva disciplina científica ». En los tres señalamientos, siempre se trata del pathos, del sufrimiento humano, ¿cómo no sostener la exigencia de fundamentación de esta praxis ?

 

 Este producción tiene una gran riqueza en su esfuerzo por responder con el compromiso freudiano respecto del padecimiento humano y por el avance disciplinar riguroso. Por ello también una distinción merecida es  calificarlo como una  producción responsable. Que en él se debatan y contra-argumenten los conceptos freudianos es importante, pero secundario, lo principal es que sigue los principios de su pesquisa, reflexionando cada concepto que cuestiona a la luz de la clínica.

 

Nuestro escritor, excelente conocedor del texto freudiano, está implicado en el espíritu del mismo, lo que nos entusiasma para invitar al lector. Su texto se asienta en un estilo que muestra las marcas del investigador : sigue la pista, persigue un rasgo como si fuera la impresión de una huella, trata de descubrir entre vestigios perlas preciosas encontradas por el incansable buceo de alguien que no retrocede frente a su pregunta y al compromiso que implica el sostenerse, para que ella trabaje.

 

Es alguien sui generis, llamado por el deseo de descubrimiento que sabe soportar en sí mismo lo inquisitivo. Es un eximio exégeta que no necesita oscurecer aguas para que parezcan profundas, sino lo contrario, puede plantear lo más profundo e íntimo de lo femenino con sabia simplicidad.

 

En la lectura de « La cuestión femenina de Freud a Lacan o la mujer contra la madre », una serie de conceptos freudianos aparentemente simples y aceptados, en el quehacer propiamente interrogativo que se sostiene con perseverancia, se convierten  en indicios que reclaman un desciframiento.

 

Nuestro artífice saca a la luz las contribuciones sobre el tema del fundador del psicoanálisis, conjuntamente con sus obstáculos, demostrándolos, algunas veces, como incoherencias, asumiendo la responsabilidad de que ellas no sean también las nuestras. Allí encontramos su ímpetu. Ya el título dice algo que puede escandalizar a toda ortodoxia. La comprensión de esta propuesta vale la inversión realizada en la lectura del libro.

 

En el recorrido del libro, se descubrirá la desestigmatización de la mujer como inepta para la sublimación y lejana de la cultura.

 

Markos Zafiropoulos, impulsado por sus preocupaciones teóricas, clínicas, socioculturales y éticas, con metódica aplicada al detalle, logra una serie de intelecciones referidas a los modos de lo femenino, velando encontrar una coherencia rigurosa entre cada uno de los conceptos de los cuales se sirve. Esta tarea lo lleva a interrogar infatigablemente por los fundamentos, posibilitándole construir y demostrar una teorización, que se trata de una construcción  metapsicológica.

 

Entrar en los folios y fuelles de esta escritura implicará un estudio prolijo, detallado, y a su vez, guiado, de la re-construcción de conceptos fundantes del psicoanálisis. Luego se podrá estar a la altura para acompañar al analista en su renovada pregunta sobre la ética del psicoanálisis.

 

Markos Zafiropoulos considera como un punto de exigencia investigativa y de la práctica psicoanalítica, que ellas retornen constantemente al estudio de las fuentes mitológicas de la cultura occidental. Un antecedente a destacar es su publicación « Las Mitologías de Lacan ».

 

Realizando un estudio mitológico sobre los orígenes de la familia puede fundamentar que la concepción freudiana no es correcta, que se trata de su misoginia.

 

Denominará « el axioma de la desigualdad de aptitud para la sublimación entre géneros » a aquella desarmonía que Freud pensaba como consecuencia de la diferencia sexual anatómica y por supuesto, interrogará, y buscando fundamentos, encontrará inconsistencias, cuestionará. Dirá con Lacan « no hay relación sexual », añadiendo « entre los géneros ».

 

El trabajo ha sido arduo, su recorrido es amplio y su vocación de transmisión lo llevan a la generosidad de no retener detalles de su labor. Su aliento no retrocede en iluminar las temáticas propuestas.

 

Nuestro comprometido psicoanalista culminará aludiendo a la nocividad clínica y política de querer imputar a la mujer el ideal de la madre. Principalmente a la cascada de implicancias éticas respecto de la clínica de lo femenino y de lo social.

 

En psicoanálisis, la actividad investigativa es su raigambre, su origen, su desarrollo y su porvenir. Nuestro homenaje a Markos Zafiropoulos por hacerse cargo de este legado.